Una estrategia de océano azul pretende obtener una ventaja competitiva drástica y perdurable al dejar de esforzarse en vencer a los competidores en los mercados existentes y, en cambio, inventar una nueva industria o segmento de mercado distintivo que haga en gran medida innecesarios a los competidores existentes y permita a una empresa crear y capturar una nueva demanda.1
Esta estrategia considera que el universo comercial consiste en dos tipos de espacio comercial. Uno es donde se definen y aceptan las fronteras de la industria, todos sus miembros entienden bien las reglas de la competencia y las compañías intentan superar a sus rivales al captar una mayor participación de la demanda existente; en estos mercados, la competencia fuerte limita las perspectivas de una empresa de un crecimiento rápido y mayor rentabilidad porque los rivales actúan con rapidez para imitar o contrarrestar el éxito de los competidores. En el segundo tipo de negocios, el océano azul, la industria aún no existe, está inmaculada de competencia y ofrece amplias oportunidades para un crecimiento rentable y rápido, si una empresa lanza un producto y la estrategia que le permitan crear una demanda nueva en lugar de pelear por la demanda existente.
Esta estrategia considera que el universo comercial consiste en dos tipos de espacio comercial. Uno es donde se definen y aceptan las fronteras de la industria, todos sus miembros entienden bien las reglas de la competencia y las compañías intentan superar a sus rivales al captar una mayor participación de la demanda existente; en estos mercados, la competencia fuerte limita las perspectivas de una empresa de un crecimiento rápido y mayor rentabilidad porque los rivales actúan con rapidez para imitar o contrarrestar el éxito de los competidores. En el segundo tipo de negocios, el océano azul, la industria aún no existe, está inmaculada de competencia y ofrece amplias oportunidades para un crecimiento rentable y rápido, si una empresa lanza un producto y la estrategia que le permitan crear una demanda nueva en lugar de pelear por la demanda existente.
Un ejemplo excelente de este espacio oceánico es la industria de subastas en internet que creó eBay, que ahora domina. Otras empresas que emplearon la estrategia de océanos azules para obtener ventajas competitivas son Starbucks en la industria de las cafeterías, Dollar General en el menudeo de descuento, FedEx en la mensajería de entrega al día siguiente y Cirque du Soleil en el entretenimiento en vivo. Cirque du Soleil “reinventó el circo” al crear un espacio distintivo para sus actuaciones (centros nocturnos de Las Vegas e instalaciones teatrales) y atender a todo un nuevo grupo de clientes adultos y clientes corporativos dispuestos a pagar varias veces más que el precio de un boleto de circo tradicional para tener una “experiencia de entretenimiento” con actuaciones de payasos complejas y actos acrobáticos de primera categoría en una confortable atmósfera.
Las empresas que crean espacios de océano azul por lo general están en posibilidades de sostener su ventaja competitiva sin encontrar mayor resistencia competitiva durante 10 o 15 años en virtud de las fuertes barreras para la imitación y de la sólida conciencia de marca que genera una estrategia de esta clase. Zipcar Inc. aplica en la actualidad una estrategia de océano azul para competir contra rivales bien establecidos en la industria de renta de autos. Renta autos por hora o día (en lugar de una semana) a miembros que pagan una tarifa anual para acceder a los autos estacionados en espacios designados de forma conveniente en ciudades grandes; permite rentar autos a personas menores de 25 años de edad y se dirige a pobladores de ciudades que necesitan complementar su uso del transporte público con rentas breves de autos, con lo cual Zipcar incursionó en territorio inexplorado en la industria y creció con rapidez. Fundada en 2000, Zipcar solicitó su ingreso a la bolsa de valores a mediados de 2010.
Fuente:
- Administración Estratégica Teoría y Casos. Thompson I Peteraf, Gamble I Strickland, McGrawHill, 2012.
Notas:
1.- W. Chan Kim y Renée Mauborgne, “Blue Ocean Strategy”, Harvard Business Review 82, núm. 10, octubre de 2004, pp. 76-84.
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