Una cultura es “un patrón de creencias y valores compartidos, que sienta las reglas de comportamiento o las normas aceptadas para que los miembros de la organización lleven a cabo la operación”. Se trata de las filosofías, ideologías, valores, supuestos, creencias, expectativas, actitudes y normas que unen a los miembros de la organización. En una cultura organizacional unificada, todos los empleados comparten las filosofías, ideologías, valores, supuestos, creencias, expectativas, actitudes y normas. Los líderes efectivos aplican un fervor casi religioso al trabajo de crear una cultura organizacional enfocada en la generación de valor para sus clientes. Emplean una energía ilimitada para poner en práctica las habilidades y las técnicas que han aprendido.
Al ocuparse del establecimiento y mantenimiento de una cultura, saben que deberán comprometerse con ella y estar al tanto de qué se necesitará para respaldarla. Más importante aún es el hecho de que los líderes comprenden la necesidad de practicar y apoyar de forma visible y permanente la cultura que desean implantar. A fin de estimular al personal en la creación de valor para la organización, los dirigentes efectivos ejercen su liderazgo orientado hacia el valor. Su misión es garantizar el alineamiento de las necesidades, requerimientos y expectativas del cliente con los objetivos estratégicos de la organización, éstos con las metas departamentales, estas últimas con los objetivos de los trabajos que se realizan en cada departamento, y éstos con las metas individuales.
Los líderes efectivos establecen una cultura enfocada en los clientes, recordando a la organización qué es lo importante. Al hacerlo deben permanecer accesibles a dichos clientes. El contacto directo con ellos ofrece una perspectiva de lo que esperan día tras día. Es preciso que los líderes hablen con los clientes para luego, a través de acciones personales, asegurarse de que la información obtenida llegue a las personas apropiadas en su organización, y sea aprovechada por ellas.
Los líderes efectivos “predican con el ejemplo”. En otras palabras, sus acciones muestran a los demás miembros de la organización lo que se espera de ellos. Como dijo tan atinadamente Dwight Eisenhower: “Nunca escucharon lo que yo decía, pero siempre observaron lo que hacía”. Los líderes efectivos saben que sus empleados observan atentamente sus acciones. Por ello, es imprescindible que se involucren en tareas clave que estimulen el trabajo de su personal de manera que, a través de él, generen valor para la empresa. Los líderes efectivos son capaces de impulsar la creación de valor mediante su apoyo a actividades clave que conduzcan al éxito organizacional. Sin importar si dichas actividades clave facilitan la obtención de información por parte del cliente o desarrollan nuevos procesos de manufactura, demandan tiempo y recursos financieros. Los líderes efectivos muestran su compromiso e involucramiento proporcionando apoyo económico, participando en los esfuerzos de mejora y asegurándose de que los empleados tengan suficiente tiempo disponible para efectuar las actividades necesarias a lo largo de la jornada. Los líderes efectivos saben cuáles requerimientos deben satisfacerse, y proveen las herramientas que permiten que la fuerza laboral lo haga.
Fuente:
- Summers, Donna C.S. Administración de la Calidad. Pearson Educación. 2006.
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